Thursday, October 13, 2005

Madrid 11 de Octubre 2005

INTERVENCIÓN DEL DIPUTADO ADOLFO R. TAYLHARDAT
EN LA REUNIÓN DE PARLAMENTARIOS IBEROAMERICANOS
MADRID, 11 DE OCTUBRE DE 2005

Cada vez que participa en una cumbre Presidente Hugo Chávez repite su ritornello: “Mientras los Jefes de Estado vamos de cumbre en cumbre, los pueblos se hunden de miseria en miseria”.

Yo sostengo que las cumbres de Jefes de Estado y de Gobierno no hacen milagros. Los únicos que pueden brindarle a sus pueblos un milagro son precisamente los Jefes de
Estado que en cada cumbre adoptan Declaraciones retóricas en las cuales se comprometen a hacer muchas cosas pero a la hora de la verdad no cumplen.

Y Chávez es el primer inconsistente. Si hubiera apegado su actuación a las Declaraciones que se han aprobado en las diversas Cumbres Iberoamericana, la inmensa riqueza proveniente del petróleo que ha entrado a mi país en los dos últimos años podría haber servido para transformar a Venezuela, si no en un país del primer mundo, por lo menos en un país de primera. En cambio, se ha dedicado a hacer populismo nacional e internacional mientras el país se hunde cada vez más la pobreza y el subdesarrollo.

Traigo esto a colación para subrayar que el problema no son las Cumbres, sino el comportamiento de los gobernantes y esto es precisamente lo que nos convoca aquí.

En la Cumbre de Viña del Mar, los Jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica declararon que esa Cumbre perseguía establecer un amplio programa de cooperación política para Iberoamérica. Esa cooperación política, dijeron en esa oportunidad, “se funda en criterios desarrollados en Cumbres anteriores que “rechazan cualquier forma o intento de alterar el orden constitucional”

Eso está bien, pero lo que no puede perderse de vista es que el orden constitucional no solamente se altera con golpes de Estado o subversiones. El orden constitucional también se altera se altera desde el poder mismo. cuando un gobernante elegido democráticamente, arremete contra los valores e instituciones que conforman ese orden constitucional que todos los gobernantes participantes en la Cumbre Iberoamericana se han comprometido a respetar y defender. Ocurre cuando es el gobernante mismo quien valiéndose precisamente de su poder, o más bien abusando del poder que le ha confiado el pueblo, rompe el compromiso que ha asumido de proteger la democracia, preservar el estado de derecho y el pluralismo político y viola los derechos humanos y las libertades fundamentales.

La alteración del orden constitucional ocurre cuando se irrespeta la independencia de los poderes públicos, se impide la adecuada representación y participación de mayorías y minorías, se coartan las libertades de expresión, asociación y reunión, se obstaculiza el pleno acceso a la información, se priva al pueblo del derecho a tener elecciones libres y transparentes. Todos estos son, como dice el párrafo 4 de la declaración de Viña del Mar, y así lo reconoce también la Carta Democrática Interamericana, elementos esenciales de la democracia.

Esto significa que cuando esos valores no son respetados, nos encontramos en presencia de una alteración del orden tan constitucional tan grave, o mas, como la que podría resultar de un golpe de Estado o de una subversión.

En nuestra región hay dos países que abiertamente infringen y transgreden el párrafo IV de la Declaración de Viña del Mar. Si bien en esta Reunión de Parlamentarios Iberaoamericanos hemos sido convocados para ocuparnos específicamente de la situación que prevalece en uno de esos países, concretamente Cuba, no debemos perder de vista lo que ocurre en Venezuela.

Habiéndome desempeñado como Embajador en Cuba tuve ocasión de constatar la situación a que se encuentra sometido el sufrido pueblo de ese país. Por ello apoyo decididamente el texto del proyecto de declaración que nos proponemos emitir como resultado de esta reunión.

De manera particular, considero muy importante el llamado que hacemos para que se exija al Gobierno de Cuba la iniciación de un programa de reformas políticas y el inicio de un proceso de transición hacia la democracia mediante la celebración de elecciones verdaderamente libres para que el pueblo ejerza de manera auténtica su derecho a la libre determinación.

Igualmente importante es el pedido que hacemos para que se otorgue la libertad a todos los presos políticos y se ponga fin a la persecución de la disidencia.

Atribuyo una significación particular a la propuesta contenida en el proyecto de Declaración para que se establezca un mecanismo encargado de hacer el seguimiento de los compromisos que contrajeron nuestros gobernantes en Viña del Mar, de los que emanen de la XV Cumbre que comienza mañana y de todas las sucesivas Cumbres.

Pienso que para que pueda efectivamente realizar una tarea de seguimiento y control, ese mecanismo debería contemplar la participación de parlamentarios de la región.

Para concluir, señor Presidente, quiero hacer un llamado a todos los colegas aquí reunidos para que no pierdan de vista la situación venezolana.

Apenas ayer el Presidente Chávez rechazó la afirmación de que en Cuba existe una tiranía y en su empeño de defender al régimen cubano aseguró que en Cuba lo que hay es un “proceso liberador”. Según él “Ninguna tiranía hace lo que nosotros estamos haciendo” con lo cual reafirmó su empeño de trasladar a Venezuela el modelo cubano.


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